Harén de Arquímedes
Notas musicales que se dejan ver
bajo un cristal donde es servido mi café.
Horas de tertulia,danzan al son de una serenata de Glenn Miller.
Ese local llamado "Harén de Arquímedes" manipula el pentagrama sensorial y el olor a nostalgia, invade mi pituitaria.
No en vano, la calle Sol,calienta la tarde noche de un encuentro no fortuito, sobre el blanco y negro del cine mudo,
siendo protagonistas los besos encadenados
que desvelan una mirada.